Mourn, como un cañón

Estuve viendo a Mourn a su paso por la 16 Toneladas de València, y lo cuento en Cartelera Turia.

Algo me cruje por dentro al comprobar que Mourn llevan ya una década publicando excelentes discos y apenas logran reunir a un centenar de curiosos y fans en una ciudad como València. Algo falla. Quizá sea que en directo no han sido tan constantes como otras bandas de su generación por aquello de no poder dedicarse full time a esto (pienso en Cala Vento, que en siete años pasaron del Magazine a Moon), quizá sea que cantar en inglés – y no en castellano o catalán – sigue siendo una barrera infranqueable de cara al gran público o puede que simplemente tengamos que aceptar que su indie rock noventero es algo que aquí no se lleva ya demasiado y están condenadas a que casi todo el público que acumulan sea mayor que ellas, a veces de largo (porque  tienen entre los 24 de la bajista, Leia Rodríguez, y los 28, cumplidos ese mismo día, de Carla Pérez, guitarrista y vocalista junto a Jazz Rodríguez). El caso es que quienes no acudieron se perdieron un concierto enorme.

El cuarteto del Maresme, cuya batería ahora maneja Oriol Font (también 28 años: al ser un puesto más móvil el suyo, siempre hablamos de ellas en femenino plural), nos regaló una hora de rock fibroso, físico, contundente, pegadizo y con una actitud combativa y positiva, fuera de toda duda. Son lo más parecido que tenemos en nuestro país a Sleater – Kinney, por sonido y formato, y no es una exageración. Suenan como un cañón. Más allá de algunos detalles cosméticos (los sampleados de teclados y trompetas), no se avista grieta alguna entre las canciones de su reciente sexto álbum, The Avoider (2024), al que dedicaron el primer tramo de su bolo, y las de cualquiera de los anteriores. Su notable concierto estuvo precedido por los mantras electrónicos de Meinol Meinol, proyecto del valenciano Manolete Blanco (Wild Ripple, Paz SS), que fue de menos a más – la cosa fue ganando en ritmo – en su filtrado de texturas guitarrísticas y de paisajes sonoros pasados por sintetizador.

Carlos Pérez de Ziriza.